viernes, 23 de mayo de 2008

OLVIDO

CIERRA los ojos y a oscuras piérdete
bajo el follaje rojo de tus párpados.
Húndete en esas espirales
del sonido que zumba y cae
y suena allá, remoto
hacia el sitio del tímpano
como una catarata ensordecida.

Hunde tu ser a oscuras
anégate en tu piel
y más, en tus entrañas;
que te deslumbre y ciegue
el hueso, lívida centella
y entre simas y golfos de tiniebla
abra su azul penacho el fuego fatuo.

En esa sombra líquida del sueño
moja tu desnudez
abandona tu forma, espuma
que no se sabe quién dejó en la orilla;
piérdete en ti, infinita
en tu infinito ser
mar que se pierde en otro mar
olvídate y olvídame.

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