Las grietas en la piel de la vida son sonrisas
que, a cicatrices, pulen el plano de la felicidad,
surcando gestos y pliegues,
sobre todo en el rostro
y ante todo en los ojos.
Esparciéndose laberínticamente por la piel
o cayendo por los acantilados de los años,
creciendo a la mirada en tempestades y sombras,
recortes de puertas y más rostros y ojos de reojo...
Así una sonrisa al cuerpo y a la mirada
nos cicatriza la felicidad en la vida,
ayudándonos a dar cada nuevo paso a tiempo
sin que se nos condene a ser enterrados
en la mortaja de la última pisada...
válida según el mundo y sus arenas,
pero poco querida, ya, en las tardes de casa.
sábado, 16 de febrero de 2008
LAS GRIETAS
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